Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás. Efesios 2:10
Hoy quiero recordarte dos cosas de ti que fueron decretadas por tu Creador antes de la fundación del mundo- tu identidad y tu propósito. Quién eres, cómo eres y para qué eres, fue asignado hace mucho tiempo. Dios es el único que te da esa autenticidad porque él es quien te pensó y te hizo. Tu apariencia, tu trabajo/hobbies, dinero, marido, educación, ni nada de este mundo te pueden definir, ni darte valor. Sin embargo, constantemente el mundo nos quiere dictar una identidad de imitación, al compararnos y medirnos construyendo expectativas falsas. Ten en mente que no puedes apantallar al enemigo con una identidad falsa pues ese es su terreno, la mentira. La verdadera amenaza es cuando eres original, operando desde tu identidad en Cristo y llena de propósito. En Dios tienes la respuesta de el por qué y para qué de tu vida. ¿Por que yo? ¿Por que ahora? ¿Por qué aquí? ¿Por qué de esta manera? Estas preguntas, muchas veces difíciles, son contestadas cuando confiamos que el que nos formó tiene planes y agendas maravillosas y buenas para nuestra vida. No permitas que nada ni nadie te defina; no eres un accidente, error o sobrante. Tu valor y destino fueron escritos desde el cielo y mucho antes que cualquier otra creación. ¡Vive original y vive a propósito! Afírmate con estos versículos que te recuerdan quién eres y para qué fuieste creada!
Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás. Efesios 2:10
Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable.
1 Pedro 2:9
No me escogieron ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los comisioné para que vayan y den fruto, un fruto que perdure. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre. Juan 15:16
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